La nave de Reace

Hace poco se acabaron de derribar las instalaciones de Reace, que llevaban décadas abandonadas. La nave estaba situada en la Avenida de Guixar con la Primera Travesía de Guixar. Pero mucha gente, sobre todo los más jóvenes, no saben que en esta nave se escondía uno de los mayores escándalos que sacudió al franquismo, que fue el Caso Redondela.

Reace se dedicaba al envasado, refinado y almacenaje de aceite y tenía un acuerdo con el CAT (Comisaría de Abastecimientos y Transportes) por el cual los 12 millones de kilogramos de aceite que se almacenaban en estos depósitos eran propiedad del CAT y tenían un seguro que cubría cualquier eventualidad.

Pero Reace desviaba ilegalmente este aceite a fábricas de conservas y demás clientes con la complicidad de varios funcionarios del CAT que inspeccionaban la empresa y hacían la vista gorda ante ésto.

Pero ésto no iba a durar para siempre. El 25 de marzo de 1972 el director del CAT, José María Romero González, se entera de lo que sucede debido a que faltaba aceite de oliva y fueron a pedirlo a Reace, dándose cuenta de que no había aceite en los depósitos.

Debido a ésto fue detenido el presidente del consejo de administración de la empresa, Isidro Suárez Díaz Morís y sería encarcelando, muriendo en extrañas circunstancias en la cárcel.

Pero también morirían en extrañas circunstancias José María Romero González, su mujer y su hija en su piso de Sevilla. Se creyó que eran suicidios, pero siempre se ha dudado de la autenticidad de la carta de suicidio.

Nunca se supo lo que pasó realmente, porque se tuvo el convencimiento de que los tres condenados eran cabezas de turco y las muertes fueron provocadas para evitar que hablaran de más. Solamente los muros de aquel edificio abandonado y los silos sabían lo que había pasado, pero son incapaces de hablar. Y además fueron demolidos, por lo cual nunca se sabrá lo que realmente sucedió, y seguramente solo le importe a los historiadores, porque casi todos los personajes que han participado en este asunto estarán jubilados o muertos. Además, nunca se sabrá si habían más casos como éste.

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